Capítulo 267

Las palabras de Theodore, pensadas como una pizca de comprensión, sonaron como una dura bofetada de regreso a la realidad y decir que a Alexandra no le gustó sería quedarse corto. Ella y Theodore siempre se habían entendido, luchando espalda con espalda contra el mundo y protegiéndose mutuamente. Él era como el hermano que ella no tuvo mientras crecía. El hombre la consolaba cada vez que Lucien había hecho algo que le rompía el corazón, lo maldecía junto con ella y la regañaba cuando tomaba la decisión equivocada y luego la dejaba e incluso llegaba a servir como sus ojos y oídos cuando ella había decidido ir con un perfil bajo. Era todo lo que una hermana querría de un hermano mayor. ¿Y ahora él estaba parado frente a ella, minimizando todos los errores que había cometido y diciéndole cómo se había desviado lamentablemente de su propósito original? Algo en eso la molestó. Alexandra no estaba segura de qué parte, pero sintió una ira ardiente en el pecho y la necesidad de regañar a Theod