Capítulo 1167

Alicia no esperaba que Yalena la invitara a cenar. Belén comentó: —Si no quieres ir, no tienes por qué hacerlo. Alicia suspiró. —Ya sabes que su cara me produce cierto rechazo físico. Además, en ese momento, hubiera sido quien hubiera sido, Roberto y yo igual habríamos ido a salvarlo. No hace falta cenar juntas, solo dile que le agradezco el gesto. Belén asintió. —De acuerdo, se lo diré. No tienes que sentirte presionada. Alicia no le dio más vueltas al asunto y se concentró en revisar los documentos. Tenía que aprovechar cada segundo. El tiempo pasó rápido, y el teléfono de Alicia vibró con la llegada de un mensaje. Alicia lo miró: era de Roberto. Roberto: —Tengo una reunión y no sé cuándo acabaré, pero me gustaría invitarte a comer. Alicia respondió el mensaje. —Mejor cenamos juntos en casa. —¿Ya terminaste? Le pido al chofer que pase por ti. —Sí, ya casi acabo. Dile que venga. La universidad de Alicia, la empresa de Roberto y la casa estaban cada una en un extremo. Formaban así una