Capítulo 32 Hazlo bien en lugar de que yo lo ame

Cuando Diego salió nuevamente del dormitorio, ya llevaba puesta ropa casual blanca; su expresión severa se había suavizado bastante, y parecía un joven universitario listo para sudar la camiseta con un balón de baloncesto en brazos. Rosa seguía pensando en cómo hacer para que él no la siguiera. Después de todo, salir con Diego era demasiado llamativo. ¿Y si alguien los fotografiaba? —Vamos. —Diego, ¿crees que haya algún medio de comunicación por aquí, o alguien de nuestra empresa? ¿No crees que... si nos ven, podría ser un problema? —le advirtió con tacto. Pero Diego parecía completamente despreocupado. —¿Qué problema habría? ... Ya que él lo decía así, Rosa no tuvo más opción que seguir el plan. Al llegar al supermercado, un lugar de consumo de alto nivel, había poca gente y la seguridad estaba muy bien organizada; todos bajaban la mirada y compraban sus cosas, prestando poca atención a lo que ocurría a su alrededor. Aun así, Rosa se aseguró de mantener cierta distancia de Diego y se