Capítulo 33 En el acta de matrimonio de Diego

—¿Qué? —Deberías saber por qué Diego te eligió a ti. —Clara recuperó al instante esa expresión noble y orgullosa, con los labios rojos levemente curvados y una mirada despectiva hacia ella—. Solo te lo advierto de buena fe; si no quieres escucharlo, considera que no dije nada. Clara parecía la esposa legítima advirtiendo a la amante. Pero en realidad, en el acta de matrimonio de Diego, el nombre que aparecía era Rosa. Quiso replicar, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta; ¡ella misma se asustó! Menos mal que no lo dijo... ¡Eso habría causado un malentendido enorme! ¿Para qué discutir con Clara sobre esto? Si al fin y al cabo ella no siente nada por Diego, ¿verdad? ... En el camino de regreso, Rosa estaba especialmente callada, con la mirada fija en la ventana del auto. Antes, cuando pasaba tiempo a solas con Diego, también se ponía nerviosa y no hablaba, pero hoy era diferente; hoy su silencio era consciente. —¿Adónde fuiste después de comprar las cosas? —Diego apoyó s