Capítulo 34 ¿Ya no seguir fingiendo?

—Está bien. Diego asintió, luego giró un poco la cara para mirarla. —¿Ya no vas a seguir fingiendo? Rosa entrecerró los ojos y sonrió. —Es que no quería que me malinterpretaras, al venir y mencionar antiguos compañeros. Podrías pensar que estoy intentando aprovecharme de las relaciones. —No le otorgaré ventajas a nadie. —Su tono era sereno pero firme, con la autoridad natural de un líder—. Por eso, solo puedo darte oportunidades; no me encargaré de recoger los desastres de otros. Rosa ya había visto esto cuando estuvo de viaje de negocios en Monte Azul. Si al final la reposición de capital del Grupo Horizonte Ibérico resultaba demasiado alta, estaba segura de que Diego cortaría de raíz esa parte problemática. Aún si debía eliminarla junto con el Grupo Tres. —Por cierto, la sede de Corporación Génesis está en Ríoalegre. A principios del próximo mes, este proyecto requerirá que viajemos allí. Tú también vendrás. Rosa discretamente hizo un gesto de OK con la mano y no pudo ocultar la sonr