Capítulo 63 Si pudiera, también lo desearía

Rosa colgó y corrió a la calle para detener un taxi. Su relación con Diego era como su trabajo, debía estar disponible siempre que él lo necesitara, responder a cualquier petición sin dudar. Pensó en las reprimendas de su madre, quien la había llamado sinvergüenza. Si pudiera, también lo desearía. ... Rosa llegó al Barrio Jardines de Coral. Al entrar, vio que Diego aún no se había quitado el traje, seguía con esa actitud de ejecutivo. En ese momento, estaba sentado tras la mesa, participando en una videoconferencia. Ser presidente no era algo fácil, especialmente para él. El Grupo Ruiz había alcanzado la posición actual gracias a su cautelosa actitud. Al escuchar ruido, él miró hacia la entrada y le hizo una señal para que esperara. Ella no se atrevió a interrumpir su trabajo. Se desvió y entró en el dormitorio, donde por fin se sintió libre de hacer ruido. Pensó un momento y luego sacó su teléfono para llamar a Sara. Le contó lo de la solicitud de su mamá, que quería conocer a su novi