Capítulo 13

La llamada fue colgada. Tomás palideció de furia ante el tono firme de Elena; su rostro se ensombreció hasta parecer que podía llover. Abrió el video, y en cuanto vio el bar ruidoso de fondo, una vaga imagen empezó a formarse poco a poco en su mente. De pronto, una frase clara y tajante "Divorciémonos"salió del altavoz, y Tomás sintió que la sangre se le congelaba en todo el cuerpo. Fijó la vista en sí mismo, sentado en el sofá, hablando por teléfono con una indiferencia total. Lo vio afirmar con la cabeza y responder con un "Ajá", y luego firmar con decisión el documento frente a él. Todo su cuerpo tembló sin poder evitarlo. Un video de apenas unos cuántos segundos, y solo con verlo una vez, los recuerdos reprimidos emergieron de inmediato. ¿Entonces aquel día, Elena no vino a que firmara un acuerdo de propiedad, sino un acta de divorcio? En ese momento, él solo tenía en mente el maldito berrinche de Teresa, así que no escuchó ni una palabra de lo que Elena decía, ni prestó atención a