Webfic
Open the Webfic App to read more wonderful content

Capítulo 4

Daniela tenía el rostro pálido, sus uñas clavadas profundamente en la palma de su mano. No se imaginaba que los rumores ya se hubieran distorsionado tanto, y que en esta historia se hubiera convertido en un personaje tan despreciable. Se dio la vuelta con la intención de marcharse, pero un grupo de socialités le bloqueó el paso. —¿A dónde va, señora Reyes? Si la fiesta apenas está comenzando. —Venga a divertirse con nosotras. Decían que era para jugar, pero alguien derramó vino tinto sobre su vestido, otra persona la empujó "sin querer", y al final, alguien la arrojó a la piscina. ¡Plaf! El agua helada la envolvió de inmediato, y el ardor del agua entrando por su nariz la hizo luchar instintivamente, aferrándose desesperadamente al borde de la piscina en un intento por salir. Justo cuando estaba a punto de alcanzar el borde, una mano con uñas pintadas de rojo intenso presionó su cabeza hacia abajo. —Ayuda... Ayúdenme... —¿Ayuda de qué? ¡Nadie va a salvarte! ¿Sabes cuántas de nosotras soñarían con tenerlo? Él te ama tanto, te pone por encima de su vida, ¡y tú le pagas así! ¡Tan fácil que eres, deberías morirte! El agua llenó su nariz, la sensación de asfixia le nubló la vista. Pero lo que más la ahogaba eran las palabras de aquellas mujeres. ¿Ella, la desvergonzada, la fácil? ¿Jorge la amaba como a su vida? ¡Qué chiste! ¡La broma más grande del mundo! —¡¿Ustedes qué están haciendo?! Un grito furioso resonó, y la fuerza que la oprimía desapareció de repente. Con la visión borrosa, Daniela vio a Jorge correr hacia ella como un loco. Le dieron ganas de reír. ¿De qué se asustaba? ¿No era todo esto obra suya? Jorge la sacó del agua y arremetió contra todos los presentes. —¿¡Ustedes están locas!? ¡Es mi esposa! ¡cómo se atreven a hacerle daño! —Jefe Jorge, es difícil soportar esa traición... —¡Basta! —Jorge no explicó la verdad, solo respondió con frialdad: —Aunque el hijo en el vientre de Dani fuera del secuestrador, igual solo la amaría a ella, y eso no cambiará jamás. Entre los suspiros de "¡qué fiel es el jefe Jorge!", se llevó a la empapada Daniela en brazos, alejándose del lugar. En la sala de descanso, Jorge llevó una toalla seca y le secó el cabello. —Dani, sé que has pasado por mucho, es mi culpa. —dijo con voz suave: —Te prometo que nunca volverá a ocurrir algo así. —Solo aguanta un poco más, cuando Camila tenga al bebé, la mandaré al extranjero. Para entonces, podremos vivir como antes, ¿Te parece bien? No. No podían volver a lo de antes, y tampoco había un futuro. Daniela, agotada, respondió: —Quiero irme. Jorge se quedó en silencio por un momento: —La fiesta no ha terminado... No es apropiado que nos vayamos juntos. Le pediré al chofer que te lleve y luego regresaré para estar contigo, ¿sí? ¿No es apropiado irse juntos? ¿O simplemente no quería dejar sola a Camila? Ella soltó una risa, ya sin fuerzas para discutir, se levantó y se marchó. Al llegar a la mansión, Daniela enseguida comenzó a empacar. Prenda tras prenda, fue eliminando todo rastro suyo de aquella casa. No supo cuánto tiempo estuvo ordenando; cuando cerró la última maleta, la puerta se abrió de repente. Jorge se quedó parado en la entrada, sorprendido al ver todas las maletas esparcidas por el piso, alarmado. —Dani, ¿qué pasa? ¿Por qué estás empacando? —¿A dónde vas?

© Webfic, All rights reserved

DIANZHONG TECHNOLOGY SINGAPORE PTE. LTD.