Webfic
Abra la aplicación Webfix para leer más contenido increíbles

Capítulo 6

"No, no será necesario", le respondí. Al parecer, él también se había dado una ducha, ya que su cabello olía a eucalipto y había una gota de agua brillando sobre su pecho desnudo. Además, su rostro lucía una extraña incertidumbre. Estando juntos en la habitación, ni siquiera noté si él llevaba una toalla, pues todo estaba demasiado oscuro. "Oh, ¿en serio? Creí que te habías arrepentido". "¿Qué? Claro que no". "¿Estás segura?". "Sí". "Bueno, me parece estupendo, porque no aceptaré que quieras dejar las cosas a medias cuando estemos en la cama". "Tranquilo, no haré eso". "Genial". Él caminó hacia mí, me cargó en sus brazos y me llevó hacia el colchón. Allí, me acostó sobre las suaves sábanas para luego quitarme la toalla. Yo me quedé completamente desnuda, mientras el extraño sujeto apenas llevaba unos calzoncillos bóxer. De color negro, por supuesto. El bulto que resaltaba entre sus piernas llamó mi atención en seguida. Para ser sincera, quise apartar la mirada, pero no pude. De repente, sentí mi garganta seca, así que tragué saliva. Claro, yo era adulta biológica y psicológicamente. Mas, en cuestiones de s*xo, era peor que un adolescente precoz. Después de todo, nunca lo había hecho antes. Durante mi primer año de matrimonio con Landon, estaba tan estúp*damente enamorada de él y era tan optimista, que pensé que podía curar su "enfermedad". Por lo tanto, pagué una suscripción en una famosa página p*rnográfica a fin de educarme sobre todas las maneras que existían de practicar s*xo. Sin embargo, ninguna de ellas funcionó con él. Así que, tenía un montón de conocimientos teóricos, pero nula aplicación práctica. Como una total inexperta, sentí que lo que sucedería en ese momento, estaba fuera de mi alcance. Inesperadamente, el hombre pareció darse cuenta de mi torpeza. Él se cernió sobre mí, sosteniendo su peso con los brazos, y me habló. "Oye, ¿cuándo fue la última vez que tuviste s*xo?", me preguntó. Cuando lo escuché, me percaté de que su voz se había tornado ronca, lo cual me resultó muy sensual. "¿Y por qué estás temblando?", agregó. Antes de responder, respiré profundamente y decidí confesarle la verdad. "Es que, es mi primera vez". En cuanto terminé de hablar, me arrepentí muchísimo por lo que acababa de decir. Me sentí tan cohibida, que cubrí mis p*chos con mis brazos y aparté la mirada. La habitación se llenó de un breve silencio, siendo su respiración agitada lo único que se escuchaba entre nosotros. "Mmm, entiendo". “Pero, aprendo rápido”, agregué con cierta actitud defensiva. A decir verdad, temí que él se burlara de mí. Ahora que sabía que yo era virgen, podía ser que tuviera ciertas dudas sobre acostarse conmigo. Quizá, en ese momento, era él quien querría dejar todo a medias e irse. No obstante, lo que sucedió a continuación me recordó lo poco que sabía sobre los hombres. Él bajó la cabeza de pronto y junto sus labios con los míos al segundo siguiente. Cuando lo sentí, supe que no se trataba de un beso ligero, ni mucho menos. De hecho, fue firme, exigente y feroz. A continuación, separó mis labios con su lengua y comenzó a tomar el control de mi boca de inmediato. Luego, pasó la punta de su lengua sobre la mía, despertando algunos nervios que no sabía que tenía. Hasta pude saborear la menta de su pasta de dientes que había quedado presente en su aliento. En tanto el hombre jugaba con mi lengua, mis ojos estaban abiertos, aunque totalmente desenfocados. Me dejé llevar por el momento y permití que este sujeto explorara, probara o tomara lo que quisiera de mí. En un instante, me pareció tener estrellas frente a mis ojos. "Respira", jadeó él tras separarse unos centímetros. "¿Qu... qué?". "Que respires por la nariz, tonta", me dijo. Sin darme cuenta, estuve hiperventilando mientras nos besábamos. Ante esto, creí que había arruinado el momento. Mas, él continuó sin darle mayor importancia. Acto seguido, su mano recorrió mi mejilla y se deslizó por mi cuello hasta el hueco entre mis clavículas. Cuando llegó a mis pez*nes, los acarició en círculos, lo que hizo que quisiera enroscar los dedos de mis pies y gimiera al mismo tiempo. No obstante, mi boca estaba ocupada con sus labios. Aunque, debo confesar que realmente perdí la cabeza cuando su mano se dirigió a la parte baja de mi cuerpo. En su siguiente movimiento, pude sentír sus duros pectorales rozando mis p*chos. Hasta pude percibir los latidos de su corazón, o bien pueden haber sido los míos. Ya sin aliento, dejó de besarme y bajo sus labios en mi cuerpo. En ese momento, experimenté una sensación de mareo inexplicablemente satisfactoria. Su rostro estaba junto a mis s*nos mientras sus manos los acariciaban, apretaban y jugaban con ellos. Con el placer que estaba experimentando, atiné a arquear la espalda involuntariamente. Sin duda, este sujeto era un excelente amante en la cama. No me di cuenta cuando él se quitó el bóxer, mas, supe que estaba totalmente desnudo porque sentí su er*cto mi*mbro caliente palpitando contra mi muslo. Finalmente, no había ropa de por medio, solo su piel sobre la mía. El hombre separó mis piernas y deslizó un dedo en mi interior. Al sentirlo firme y frío dentro de mí, jadeé inconscientemente. Asimismo, mi cuerpo se estremeció bajo el suyo. No estaba segura de si había pasado diez o veinte minutos, pues perdí la noción del tiempo por completo. Mas, durante esos minutos, todo lo que sentí se parecía a tener una brillante luz destellando en mi mente. Además, mi boca soltó leves gem*dos ahogados. "Me alegra que lo estés disfrutando, ya que este apenas es el principio", me dijo inesperadamente. En cuanto terminó de hablar, él se subió sobre mí y usó su mano para guiar su mi*mbro dentro. Siendo sincera, creí que me tensaría, pero estaba lo suficientemente moj*da para aceptarlo por completo. No me dolió tanto como pensaba, probablemente porque todas las terminaciones nerviosas de ahí abajo estaban demasiado ocupadas experimentando una mezcla de otras sensaciones. El hombre comenzó a moverse en mí, despacio al principio, luego más rápido y más fuerte. A medida que lo hacía, el sudor de su rostro goteaba en mi cara. Así, el "padrino mágico" hizo un excelente trabajo y completó mi transición de niña a mujer con una experiencia alucinante. A pesar de las inquietudes y miedos que tuve en algunos momentos de la noche, estaba convencidad de que valió la pena haber venido. Él me hizo descubrir un mundo completamente nuevo para el que ningún conocimiento teórico podría haberme preparado. Al final, la suscripción no había sido más que una pérdida de dinero. Ningún aprendizaje en línea podía superar a una clase presencial. Nuestros cuerpos no se separaron hasta altas horas de la madrugada. Fue tan bueno, que ni siquiera supe cuándo nos detuvimos. ... Al día siguiente, me desperté y noté que la cama tenia las sábanas arrugadas. Del mismo modo, la manta y la almohada estaban tiradas en el suelo. En seguida, sentí el cansancio, junto al dolor, en todo mi cuerpo. Era posible que hasta tuviera moretones en ciertas partes. Lo siguiente que percibí fueron las olas a menos de cincuenta metros, las cuales chocaban suvamente contra la orilla. A decir verdad, era un sonido agradable al despertarse. Asimismo, la resplandeciente luz del sol entró por una rendija de las cortinas, lo que significaba que no había llovido después de todo. Me acosté de espaldas para disfrutar de la maravillosa mañana. Estaba realmente tranquila, cuando sentí el brazo sobre mi cintura. El desconocido estaba echado de lado justo a mi costado. Ya no tenía puesta su gorra negra, así que, por fin pude verle bien la cara. En ese instante, él tenía los ojos cerrados, por lo cual, supuse que seguía dormido. Lo primero que observé fueron sus pestañas. Estas eran increíblemente largas y gruesas, por lo que creí que eran falsas. Mas, cuando las toqué, me di cuenta de que eran totalmente naturales. También, tenía un rostro apuesto, lo que hizo que me preguntara por qué llevaba gorra todo el día. Creí que estaba ocultando una desfiguración o algo así, mas, no era el caso. Si yo fuera hombre y tuviera un rostro como el suyo, no usaría ninguna gorra o sombrero. En ese instante, recordé que Landon obtuvo un siete cuando fue votado como el estudiante de primer año más guapo en una encuesta no oficial del campus. Claro, si este sujeto hubiera participado, seguro hubiese obtenido un nueve, ya que darle diez significaría perfección. Y siendo honestos, en la vida real, eso no existía. Mi mirada se paseó por cada contorno de su rostro, examinándolo. Entonces, cuando llegué a sus labios, recordé dónde habían estado la noche anterior. Lo que había sucedido se convirtió en un acontecimiento increíble, alucinante e imposible de olvidar.

© Webfic, todos los derechos reservados

DIANZHONG TECHNOLOGY SINGAPORE PTE. LTD.