Capítulo 548
Ella estaba enfadada, pero Pedro, al mirarla, esbozó una leve sonrisa.
Lorena, sin saber por qué, sintió que él no estaba de buen humor cuando estaba fuera, y por eso la molestaba de esa manera.
"¿Qué habría pasado?"
Sus emociones se apaciguaron y, con una mano, sujetó su muñeca, apartando la mano de él.
Pedro ya no opuso resistencia y, dejándose llevar, fue soltándola poco a poco.
Aquel caramelo ya se había derretido por completo, igual que las preocupaciones que él tenía ese día, desapareciendo junto con él.
Se dio la vuelta y se dirigió hacia la casa principal.
Lorena no lo siguió; levantó la mano y se tocó los labios. El dulzor seguía extendiéndose en su interior y todavía quedaban algunos caramelos sin abrir sobre la mesa.
"¿Qué tipo de caramelo era ese? Está bastante bueno."
Pedro llegó a la casa principal y, una vez dentro de su despacho, se quedó mirando fijamente sus propios dedos, abstraído.
César entró empujando la puerta y dejó un montón de documentos sobre la mesa.
—Jefe,

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil