Webfic
Abra la aplicación Webfix para leer más contenido increíbles

Capítulo 3

Una fuerza repentina la empujó por la espalda, y el cuerpo de Valentina se tambaleó hacia atrás, casi cayendo por las escaleras. Tuvo que esforzarse para recuperar el equilibrio antes de lograr mantenerse en pie. Al levantar la vista, vio a Mauricio levantando a Cecilia del suelo y protegiéndola detrás de sí. En sus ojos había furia, descontento y reproche. —¡Valentina, te pasaste! ¡Cecilia es tu hermana! ¿Cómo puedes tratarla así? —¿Hermana? Valentina no pudo evitar soltar una carcajada. Recordó el primer día que Cecilia llegó a casa, cuando la tomó de la mano y la llamó cariñosamente hermana. Fue Mauricio quien la apartó de un empujón, colocándose frente a Valentina para protegerla. Le dijo que una hija nacida de una amante no tenía derecho a llamarla hermana. Han pasado los años, y parece que todo ha cambiado. —Déjalo, Mauricio. Mi hermana no lo hizo a propósito. Tiene razón, la descarada soy yo, por atreverme siquiera a llamarla así. —No supe reconocer mi lugar, fue mi error. Susurró, con los ojos llenos de lágrimas. En algún momento, los bailarines del teatro habían salido y rodeaban la escena. —¡Cecilia es demasiado buena! ¡Por eso la pisan! —¡Sí! Valentina siempre se ha creído más que las demás. Desde que está en la compañía se comporta como si fuera superior. —Y ahora que Cecilia es la primera bailarina, quiero ver qué cara pone. —De nada sirve bailar tan bien si no tiene valores. ¡Se lo merece! Las voces se alzaban una tras otra, como si Valentina hubiera cometido el peor de los crímenes. Mauricio no negó en ningún momento ser el novio de Cecilia; solo se quedó mirando fijamente a Valentina. —Pide disculpas y todo quedará en el pasado. —¿Disculpas? Repitió Valentina, bajando la cabeza con una sonrisa amarga. Se frotó el tobillo dolorido y luego se irguió frente a Cecilia. —Mira bien. Esto sí se llama maltratar. Le dio tres bofetadas rápidas y contundentes. Nadie alcanzó a reaccionar. Al terminar, Valentina sacudió la mano y, volviendo la cabeza hacia Mauricio, dijo con voz helada: —¿Ya viste? —Cuando maltrato a alguien, nunca pido disculpas. Ella se lo ganó. Dicho esto, se dio media vuelta y salió del teatro con la cabeza en alto y el paso firme. Solo así podía ocultar sus ojos enrojecidos y los labios que le temblaban. Desde la muerte de su madre, Valentina no se permitía mostrarse débil. Sabía que muchos esperaban verla caer. Esa misma noche, Santiago la mandó llamar con el pretexto del matrimonio concertado. Apenas cruzó la puerta, vio a Cecilia llorando en el sofá, y a Mauricio a un lado, con el rostro sombrío. Santiago tomó la copa de la mesa y se la arrojó sin pensarlo. Por suerte, Valentina se apartó a tiempo, y el vaso no la alcanzó. —¡Insensata, arrodíllate ahora mismo! —¿Por qué habría de hacerlo? Respondió Valentina con voz fría y mirada de acero. Santiago le hizo una seña a los dos guardias a su lado. Ellos la sujetaron de inmediato y la empujaron al suelo. Por más que Valentina se resistiera, era imposible enfrentarse a dos hombres fuertes. Apretó los dientes, con los ojos llenos de rabia. Si la mirada pudiera matar, Santiago ya habría muerto descuartizado. Él soltó una risa helada: —Cecilia es tu hermana. Si no la cuidas, al menos no deberías golpearla. —He sido demasiado indulgente contigo, Valentina. —¡Traigan el látigo! Era el castigo familiar. Valentina soltó una carcajada aguda: —¿Tú, Santiago, finges ser un hombre recto? Engañaste a mi madre y usaste la herencia de mi abuelo para salvar tu empresa. ¡Eras un mantenido! —Y aun así te atreviste a ser infiel. Cecilia me llama hermana, pero ni siquiera está claro quién de las dos nació primero. —¿Con qué derecho me aplicas la disciplina familiar, hipócrita miserable? Con cada palabra de Valentina, el rostro de Santiago se iba volviendo más oscuro. Cuando la sirvienta trajo el látigo, él se lo entregó a Mauricio. —Yo no tengo derecho, pero Mauricio sí. —Mauricio, ahora eres parte de la familia. Estas diez azotes te corresponden a ti.

© Webfic, todos los derechos reservados

DIANZHONG TECHNOLOGY SINGAPORE PTE. LTD.