Capítulo 15

El tiempo fue pasando día tras día. La mano de Isabel, bajo el esmerado tratamiento y las indicaciones de rehabilitación de José, se curó por completo. Hasta la última pizca de rigidez e incomodidad desapareció, y aquella mano volvió a ser ágil y firme. Aprobó la evaluación y entró oficialmente en el laboratorio central del Instituto de Investigación de Materiales de Sieramar, convirtiéndose en una verdadera investigadora. La vida en el laboratorio era tal como la había imaginado, incluso mejor. Allí no había luchas internas, solo investigación pura. Cada día era la primera en llegar al laboratorio y la última en marcharse. Leía artículos, hacía experimentos, analizaba datos, redactaba informes. Tenía la agenda completamente llena; estaba ocupada, pero se sentía inmensamente realizada. Parecía que de verdad había renacido. Las sombras del pasado, aquellos días de opresión y dolor en la familia Martínez, parecían cosa de hacía mucho tiempo. Allí también pudo desplegar por completo su ta