Capítulo 22
Él avanzó con alegría y, justo cuando estaba por abrir la boca, Rosa lo interrumpió.
—Sergio, ¿acaso crees que eres algún héroe que vino a salvar a la damisela en apuros? ¿Olvidaste por quién fui repetidamente expuesta, azotada y humillada en internet? ¿Y por quién sufrí todo tipo de tormentos en la cárcel?
La burla en sus ojos pareció punzarle directamente la vista.
—Sergio, no olvides que fuiste tú quien me envió a prisión.
Miró al hombre que una vez había amado con todas sus fuerzas.
Pero en ese instante solo sintió una profunda repulsión.
Su cuerpo se tensó por un momento; pálido, sus labios temblaron.
—Cariño, sé que hice muchas cosas que te lastimaron, puedo jurarlo: ¡la única persona a la que amo eres tú! Quise compensar los errores del pasado y cumplir los cinco deseos de Elena solo para poder cortar relación con ella cuanto antes y vivir bien nuestra propia vida, pero nunca pensé que, de manera indirecta, terminaría lastimándote.
—Yo también fui engañado por Elena. Jamás imagi

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