Capítulo 23
Clara carraspeó y le lanzó una mirada fulminante a Sergio.
—Ja, no puedes responder, ¿verdad? Te lo diré: Estabas acompañando a tu exnovia en un crucero para ver el paisaje marítimo, acompañándola en la casa de subastas para comprar las joyas de diamantes que le gustaban, ¡acompañándola a viajar por el mundo!
Rocío se dio la vuelta y se fue, y varios huéspedes curiosos asomaron la cabeza desde la azotea.
A Clara no le importó en absoluto y le dedicó una sonrisa fría.
Al ver el cuerpo tembloroso de Sergio, sintió una repulsión que casi la hacía devolver el contenido de su estómago.
—Sergio, tu amor no era más que esto.
Él insistió en no irse.
Allí no lo querían.
Así que se alojó en una casa de huéspedes cercana y cada día esperaba a que Rosa saliera.
Pero ella parecía empeñada en no dejar que él la viera, siempre escondiéndose dentro de la casa de huéspedes y sin salir.
Hasta que un día, de pronto sonó el teléfono de Sergio.
Era Daniel, quien estaba lejos, en Solarena.
Él apretó la mand

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