Capítulo 7
Cuando Zara llegó a la oficina, su amiga y colega Jude Allen, se acercó rápidamente a ella con el ceño fruncido y le preguntó: "¿Por qué llegas tarde? ¿Sabes que todos llegaron una hora antes hoy? El sr. Cooper está bastante ansioso y está corriendo por toda la oficina; la verdad es que, todo el mundo está muy nervioso hoy día".
Sin poder comprender lo que pasaba, Zara se quedó completamente estupefacta; de hecho, sí había notado la mirada de pánico del personal cuando llegó, pero no pudo entender por qué estaban tan nerviosos. Es más, no solo los demás estuvieron actuando muy extraños; sino que, ahora su amiga, también lo hacía.
A decir verdad, al recordar porque había llegado tarde, ella no pudo evitar sonrojarse; sin embargo, frunciendo ligeramente los labios, le preguntó cuidadosamente: "¿Por qué hay todo este alboroto? ¿Qué pasó con el sr. Cooper?"
"Oh, Dios mío, ¿no lo sabes?", dijo Jude, quien la miró fijamente; luego, haciendo una ligera mueca, le dijo: "¿Cómo lo sabrías? Olvidé que estabas de permiso. De todos modos, el nuevo CEO viene hoy para asumir el cargo”.
De hecho, cuando Jude habló del nuevo CEO, una radiante sonrisa apareció en su rostro; meintras que, estando realmente sorprendida, Zara preguntó: "Oh, ¿es eso así?".
En realidad, 'Cliffex' era una pequeña empresa emergente que se fusionó con 'Global Solutions' hace un par de meses; así que, entendía porque tal alboroto por recibir al nuevo CEO. Es más, ahora podía imaginarse lo nervioso que estaría el sr. Cooper; pero, como aún no entendía toda la situación, Zara preguntó con curiosidad: "Pero, ¿por qué viene sin previo aviso?".
"Tal vez quiera comprobar cómo va el trabajo, ¿no lo crees", respondió la mujer inmediatamente, quien dio su suposición de su llegada.
Sin embargo, antes de que Jude terminara de hablar correctamente, una nítida voz masculina resonó en la oficina y les dijo: "Todos, escuchen atentamente, por favor".
Al escuchar ello, todo el personal se puso en alerta y se volvió para mirar a la fuente de la voz, un joven alto y regordete parado en medio de la oficina; de hecho, era el vicepresidente de Cliffex, el sr. Jayden Cooper. Todos se acercaron a él.
Por su parte, después de que todos se acercaron a él, el hombre ordenó: "El CEO está en camino y estará aquí en cualquier momento.
Así que, quiero que todos sean educados y sinceros con él, no quiero que castigue a ninguno de ustedes en su primer día, ¿entendido?".
"Sí, sr. Cooper", respondieron todos los empleados al unísono, pues tenían claro lo que debían hacer.
Luego, dirigiéndose especialmente hacia algunas mujeres, él les dijo: "Bien. Laura, Rose, Jude y Zara, deberían estar en la puerta principal para recibirlo con el ramo de flores. ¿Entendido?".
"Sí, sr. Cooper", respondió Laura con total coquetería; luego, uniendose a ella, Rose respondió: “Sí, sí… Lo entendemos, sr. Cooper. No lo defraudaremos"
"Bueno, vayan a terminar de prepararse para darle la bienvenida al CEO", dijo el sr. Cooper, quien miró a todo el personal antes de irse.
"Escuché que nuestro nuevo director ejecutivo es bastante guapo", dijo Laura realmente muy emocionada.
Mientras que, empezando a especular sobre una posible relación del nuevo CEO, Rose agregó: "No solo eso, aparte es joven y soltero. Oh, cómo deseo que se enamore de mí”.
"Hay tantas jóvenes de familias ricas que lo persiguen a todo momento y, además, él es demasiado rico, no nos mirará, y mucho menos se enamorará de una de nosotros", añadió una de las mujeres a su lado.
….
….
….
Mientras esperaban la llegada del nuevo CEO, los chismes continuaron uno tras otro y, aunque Zara no tenía interés en escucharlos; ella no podía negar que también tenía curiosidad por saber quién era el nuevo CEO de la compañía.
Incluso, llegó a pensar que tal vez era frío y distante como Nicholas; pero, al darse cuenta en lo que estaba pensando, Zara negó rápidamente con la cabeza.
Es más, no entendía por qué compararía a alguien con Nicholas, si él era un hombre demasiado arrogante y que ni siquiera merecía sus pensamientos.
Tras darle a las cuatro jóvenes el arreglo de flores que entregarían, Zara tomó inmediatamente la mano de su amiga y caminaron lentamente hacia la entrada.
Media hora después, un Mercedes negro se detuvo frente al edificio y, el señor Cooper junto a su asistente, se acercaron inmediatamente al auto; mientras tanto, todos los presentes dentro de la oficina, miraron con curiosidad el auto estacionado, pues no querían perderse ni un solo momento para ver al nuevo CEO.
Tras estacionarse, un hombre alto y robusto de traje negro salió del asiento del copiloto, se acercó rápidamente a la puerta trasera y la abrió.
En ese momento, Zara también estaba mirando ansiosamente el auto frente al edificio y, notó como primero salía un zapato de cuero negro brillante; luego, una figura alta y esbelta con un traje gris apareció frente a todos. De hecho, no podía negarse que era un hombre realmente guapo y, tras verlo, se escucharon muchos murmullos a sus alrededores.
Mientras que, Zara se quedó muy sorprendida al verlo, pues su rostro le parecía muy familiar; sin embargo, no podía recordar dónde lo había visto.
“Buenos días, sr. White. Por favor, venga por aquí", saludó cortésmente el señor Cooper y, sobre todo, le hizo un gesto para que lo siguiera.
Tras notar ello, Isaac White asintió levemente y avanzó con elegancia por donde el hombre lo dirigía; luego, cuando estuvieron frente al personal, el señor Cooper lo presentó: "Hola a todos. Él es el CEO de nuestra empresa, el sr. Isaac White".
"Buenos días, señor. Soy Laura del departamento de finanzas", se presentó inmediatamente la mujer, con una sonrisa coqueta en su rostro y pasándole rápidamente el ramo.
Por su parte, Isaac solo sonrió por cortesía y asintió ligeramente; luego, miró al hombre robusto a su lado y, tras devolverle la mirada, este tomó el ramo de la mujer.
Al ver ello, Laura se quedó un poco decepcionada con su actitud indiferente; pero, aun así, mantuvo una ligera sonrisa en su rostro.
Al principio, el señor Cooper miró fríamente a Laura, pero cambiando rápidamente su apariencia, sonrió con amabilidad y, le dijo: "Sr. White, ella es la señorita Rose, del departamento de recursos humanos".
"Buenos días, señor", saludó cortésmente la mujer; aunque, dudó por un momento si darle el ramo al director ejecutivo o al hombre de traje negro que estaba a su lado.
Mientras tanto, al ver ello, el sr. Cooper le hizo inmediatamente una seña con una mirada, para que se apresurara en darle el ramo; así que, muy nerviosa, ella le pasó el ramo a Isaac, pero también el hombre del traje negro lo recibió.
Luego, se acercaron un poco más y Jayden presentó: "Ella es la señorita Jude, del departamento de gestión de operaciones".
"Buenos días, señor", respondió inmediatamente la mujer; mientras que, él asintió brevemente con una sonrisa rígida.
Por su parte, Jude no dudó ni un segundo más y le pasó el ramo directamente al hombre que estaba a su lado; pues, ya había presenciado eso antes.
"Y ella es la señorita Zara, del mismo departamento que la señorita Jude", presentó el señor Cooper con gran cortesía.
Mientras que, tras verla ahí, Isaac la miró fijamente y una sonrisa apareció en su rostro; incluso, sus ojos se encontraron durante unos segundos.
"Buenos días, señor", saludó Zara inmediatamente; mientras que, devolviéndole el saludo con una ligera sonrisa en su rostro, le dijo: "Buenos días".
Después de dudar un rato y, siguiendo los pasos de Jude, Zara también decidió pasarle el ramo al hombre de traje negro; pero para su sorpresa, Isaac tomó el ramo personalmente y, además, le sonrió amablemente.
Jude, en el otro extremo, estaba a punto de desmayarse al ver esa escena, Rose se quedó boquiabierta y en estado de shock; mientras que, Laura torció ligeramente su boca por los celos.
Mientras tanto, Zara se limitó a mirarlo completamente sorprendida y, de hecho, cuanto más lo miraba, más familiar le parecía. Luego, antes de que pudiera salir de su aturdimiento, el señor White caminó más adentro junto al señor Cooper y, seguido obviamente por el hombre de traje negro.
"¡Guau! Te quitó el ramo y también respondió a tu saludo. Eres muy afortunada, niña", dijo su amiga inmediatamente, haciendo que saliera del trance en el que estaba.
Sin embargo, ella solo puso los ojos en blanco y no le dio mayor importancia; luego, mientras volvía a su escritorio, le dijo: "No asumas nada, no te hagas ideas locas".
"Te lo digo enserio, él está impresionado contigo", respondió inmediatamente Jude, mientras la seguía con una sonrisa en su rostro.
Por su parte, Zara solo la ignoró y comenzó a revisar un archivo pendiente; mientras que, Jude se recostó en el escritorio y continuó diciendo: "Oh, qué guapo es. Saltaría y gritaría por toda la oficina si él me sonriera como te sonrió a ti".
A decir verdad, Jude no podía ocultar toda la emoción que sentía, pues parecía que hasta sus pestañas volaban como las alas de mariposa; de hecho, era una expresión bastante divertida.
Por su parte, Zara solo se limitó a negar con la cabeza, pues ella no tenía ningún interés en ningún hombre; es más, su vida ya estaba hecha un lío por culpa del apuesto y joven director general de Apex Grup's. Lo bueno, era que nadie sabía que se había casado con Nicholas Grantham; de lo contrario, todos sus colegas se desmayarían con la noticia.
De hecho, en ese momento, Zara no pudo evitar agradecer enormemente a Nicholas, pues estuvo de acuerdo con que ese matrimonio se realizara en secreto. En realidad, solo los miembros de la familia estaban al tanto de su boda y eso era bueno tanto para Nicholas como para Zara; de ese modo, nadie se enteraría de su matrimonio hasta que terminara el plazo del contrato.
"Pero mírate... Estás actuando tan aburrida como si no te afectaran sus encantos", dijo Jude, mientras le daba una palmada en el brazo.
"Auch... ¿Qué tienes?", preguntó inmediatamente Zara, mientras se frotaba el brazo; luego, con la mirada fija en ella, le dijo: "No olvides que él es nuestro CEO; así que deja de soñar despierta y vuelve al trabajo”.
"Sí, sí… como no", respondió Jude, quien fue resoplando llena de ira por la actitud de Zara; mientras que, Zara se centró nuevamente en el archivo en sus manos.
En ese preciso momento, dentro de la oficina del CEO, él miró sigilosamente al señor Cooper y, reveló su deseo: "Necesito una secretaria a mi disposición".
“Sí, sr. White, enseguida realizaré el proceso de contratación. No se preocupe, no se llevará mucho tiempo", respondió cortésmente el señor Cooper.
Mientras que, tras escuchar ello, el sr. White ordenó firmemente: "No hay necesidad de contratar a alguien ahorita mismo; primero, quiero consultar con los empleados internos. Que le parece si me envía los nombres de algunos buenos candidatos del departamento de administración, y yo mismo realizaré la entrevista como algo personal".
"Sí, claro. No hay ningún problema", respondió el sr. Cooper, y luego salió inmediatamente de la oficina.
Media hora después, el señor Cooper seleccionó a diez personas del departamento de administración, las cuales eran muy eficientes y competentes en su trabajo; luego, circuló un correo electrónico interno, solicitando a los empleados elegidos que acudieran a la oficina del director general para la entrevista del puesto de secretaria.
Los candidatos elegidos estaban realmente nerviosos y emocionados al mismo tiempo; mientras que, los demás les tenían envidia por poder tener tal cargo. Por su parte, cuando leyó su nombre en la lista, Zara casi se atragantó con la saliva y, de hecho, no sabía si reír o llorar.
Justo cuando se preguntaba por qué fue elegida ella, Jude se acercó inesperadamente a su escritorio y le exclamó: "Dios mío, no puedo creer que mi nombre esté en la lista. Tu nombre también está ahí; así que, eso significa que tenemos la oportunidad de trabajar cerca del CEO".
Cuando Zara por fin recobró el sentido, volvió la cabeza para mirar a su amiga y, le dijo: "No te emociones demasiado, pues él personalmente tomará la entrevista. Acaso, ¿ya olvidaste su mirada fría y distante?".
Tras recordarle que la entrevista no sería nada fácil, el rostro de Jude se puso pálido al instante y, con la mirada pérdida, le dijo: "Sí, tienes razón".
Luego, respiró hondo para tranquilizarse y, añadió: "Pero haré todo lo posible para salir bien de esta entrevista". Mientras que, Zara solo le dijo: "Entonces, buena suerte".
Como la entrevista se programó para después del almuerzo, conforme fueron llegando, los diez candidatos se acercaron al quinto y último piso del edificio y se sentaron en las sillas del pasillo frente a la oficina del director ejecutivo. A decir verdad, todos estaban bastante tensos, excepto Zara y, al verla así, Jude pensó que su amiga no se vio afectada por ese proceso, ya que ella no estaba interesada en ser secretaria; de hecho, ella solo asistió a la entrevista porque el señor Cooper la consideró en lista. Sin embargo, sabía también que, si ella fuera rechazada para ese puesto, ella no estaría desconsolada como los otros candidatos.
Después de unos minutos, la entrevista comenzó rápidamente y, uno por uno fueron entrando a la oficina; sin embargo, salían con el rostro sonrojado. Finalmente, el turno de Jude fue después de ocho candidatos y, como estaba muy nerviosa, ella entró con las piernas temblorosas.
Por su parte, Zara ya estaba un poco tensa con la situación; no obstante, no era por ella, sino por Jude. A decir verdad, Jude estaba muy emocionada con esta entrevista, así que esperaba que ella aprobara; de lo contrario, estaría realmente triste si no fuera seleccionada.
De hecho, Zara realmente deseaba que el CEO eligiera a Jude como su secretaria; pero, al parecer, no fue así, pues cinco minutos después, Jude salió de la oficina con una cara deprimente. Al verla así, Zara se levantó de la silla inmediatamente, se acercó a ella y le preguntó: "¿Qué pasó? ¿Cómo te fue?".
Justo cuando Jude abrió la boca para responderle, el hombre de traje negro abrió la puerta de la oficina y gritó: "Próxima candidata, señorita Zara. Entre, por favor".