Capítulo 65

Lucía se recuperó un poco y le dio las gracias. Hugo retiró la mirada de la pareja deslumbrante que estaba en el escenario y le habló a Lucía con voz suave: —No sigas mirando. Lucía asintió. —Mm. … Cuando terminó el banquete, ya eran las diez de la noche. Como Lucía era la responsable de aquel banquete, naturalmente tuvo que quedarse hasta el final. Después de despedir a la última tanda de invitados, Lucía finalmente respiró aliviada. Cuando regresó a buscar a Viviana, escuchó inesperadamente a Sebastián hablando. Él le preguntó a Tomás: —señor Tomás, ¿usted cree que Lucía realmente quiere renunciar o solo lo decía por decir? —¿De verdad puede dejar la empresa? ¿Cómo es posible? Después de decir eso, no olvidó soltar una risita sarcástica. —¡Usted debió aceptar de inmediato! ¡A ver qué hacía ella! Con ese carácter suyo, incluso si usted aceptaba, ella encontraría la forma de quedarse. Y aunque se fuera, seguro buscaría la manera de volver. Lucía rodeó al grupo de personas y fue a busca