Capítulo 118
Después del divorcio oficial, Andrea llamó a su madre.
Tarde o temprano, la familia se enteraría de aquello; en lugar de asustarlos cuando ocurriera, era mejor contarlo ahora por iniciativa propia.
Al otro lado de la línea se hizo un largo silencio, y finalmente se escuchó un suspiro: —Está bien, mientras tú seas feliz, eso es lo que importa.
La vida la vive uno mismo; no hay necesidad de mantener una fachada solo por el qué dirán.
Como madre, Lucía podía empatizar con su hija.
Sabía que Andrea no lo había pasado bien últimamente, que a menudo se veía atrapada en un agotamiento emocional y en la autocrítica.
Los rumores entre Salvador y aquella actriz eran como olas del mar: una apenas se calmaba cuando otra volvía a levantarse.
—No le digas nada a tu padre por ahora. —Le advirtió Andrea. —Déjalo que se entere por las noticias.
Después de colgar, Andrea bloqueó de inmediato todos los medios de contacto de su padre.
Por si acaso, cuando él se enterara del divorcio, comenzaba a gritarle

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil