Capítulo 153

—Ay, no hay remedio, la gentuza será gentuza dondequiera que vaya. Julia estaba a punto de perder la razón. —¡No fui yo! ¡No tengo nada que ver con todo esto! —Julia, presa del pánico, ya no podía controlar sus palabras: —¡Todo fue culpa de esa maldita perra que me tendió una trampa! ¡Yo no robé el collar de diamantes de Olivia...! —¡No fui yo...! Julia gritó con una voz desgarrada: —¡No se dejen engañar por ella! ¿Cómo podría alguien empezar a grabar con el celular antes de que ocurriera algo? ¡Claramente lo tenía planeado desde el principio! Andrea se burló con ironía: —No pude evitarlo. Después de haber sido víctima tantas veces, por supuesto que aprendí a ser más precavida. —Julia, deberías tener un poco de vergüenza. ¿Qué quieres decir con premeditado? —Carmen sonrió satisfecha. —¿Acaso crees que nuestra Andrea puede controlar tu cuerpo? ¿Obligarte a meter el collar de diamantes en tu bolso por la fuerza? Los murmullos a su alrededor volvieron a escucharse. —Sí, ¿cómo podría algui