Tras 999 intentos fallidos de seducir a su esposa, Bruno García marcó el número de su hermana:—He decidido divorciarme.Al otro lado, hubo tres segundos de silencio antes de que la voz grave de Carmen García respondiera: —Te lo advertí, jamás lograrías destronar a Alicia Pérez de su pedestal.Bruno sonrió con los ojos enrojecidos: —Sí, lo reconozco, fui demasiado ingenuo.