En el quinto aniversario de bodas, el regalo que recibió Bianca Jiménez fue una llamada de un bufete de abogados.—¿Hola, es usted la señora Navarro? Le habla el bufete de Abogados Rivera del Sol. Alguien desea presentar una demanda, en la que afirma que su esposo, Félix Navarro, es sospechoso de haber privado ilegalmente de la libertad a una joven. Le pedimos que se acerque para colaborar y ayudarnos a esclarecer la situación.El corazón de Bianca se hundió y sus dedos empezaron a templar al instante.Ella más o menos intuyó de qué se trataba, pero aun así se puso una bufanda y salió de casa.El despacho estaba bañado por una luz intensísima, y Bianca vio de inmediato a la joven que estaba rodeada en el centro.La muchacha fruncía los labios, muy molesta. —¿Qué les pasa? ¿Por qué no lo denuncian ni lo arrestan? ¡Él me encerró en la suite más lujosa del hotel durante siete días y siete noches! ¡Me dejó sin poder bajar de la cama! Si eso no se llama secuestro, entonces ¿cómo se llama?