Noelia Vargas volvió a fracasar en una cita arreglada; la valoración que recibió fue: ¡mujer materialista!
En una transmisión en vivo declaró sin rodeos: —Si no eres multimillonario, no me hagas perder el tiempo.
Todos se burlaban de su ambición; más allá de su belleza, no parecía tener nada que la hiciera digna de una familia adinerada.
Pero una noche de lluvia la llevó a encontrarse con Alejandro Brisa.
El heredero de la familia Brisa de Las Vegas, poseedor de una fortuna multimillonaria, había desaparecido tras luchas internas del clan.
Noelia arrastró a Alejandro hasta su diminuto departamento y lo cuidó con esmero.
Mientras tanto, no dejaba de murmurar frente al costoso Patek Philippe en su muñeca:
—Tienes que aguantar, cuando despiertes, tendrás que darme una buena recompensa, ¿no?