Capítulo 64 ¿Podrías llegar a gustarte de mí?

Bruno y Julia se miraban fijamente. El aire parecía haberse congelado. Bruno se inclinó, con la mirada fija en Julia, y dijo con elegancia: —¿O acaso es que me detestas? Esos ojos, que usualmente eran tan inertes como el Mar Muerto, sin una pizca de emoción, ahora parecían tener pequeñas ondas... Como si intentaran hechizarla. —¡No te detesto! —Julia alzó las cejas y lo miró a los ojos—. Pero tú también lo sabes: acabo de divorciarme, y ahora mismo no tengo intención de enamorarme de ningún hombre. Además, tú tampoco sientes nada por mí, ¿o sí? —¿Y si sí me gustaras? ¿Tú podrías gustar de mí? —preguntó Bruno. Julia se quedó helada. ¿Qué significaba eso que acababa de decir Bruno? —Ya lo dije, ahora no tengo planes de enamorarme de ningún hombre. Así que, aunque tú gustes de mí, ¡yo no voy a gustar de ti! —¿Y más adelante? ¿En el futuro podrías gustar de alguien? —Insistió Bruno. —¿Quién puede saber lo que pasará en el futuro? —dijo Julia. Bruno entrecerró los ojos y, de pronto, sonrió