Capítulo 66
A estas alturas, él todavía seguía mintiendo.
—Estabas acompañando a Lilia, ella se había hecho daño, ¿verdad?
En la cara de Melchor apareció un instante de desconcierto; no entendía cómo Carolina lo sabía.
Tampoco comprendía qué sentido tenía sacar a relucir un asunto ocurrido hacía más de medio año.
Al ver que no contestaba, ella bajó la mano. Su mirada ya se había serenado y en su cara pálida no se reflejaba ninguna emoción.
—¿Qué clase de herida sufrió?
Los labios finos de Melchor se apretaron apenas, pero seguía sin responder.
—Se torció el pie, y tú la acompañaste durante una semana. ¿Sabes dónde estaba yo en ese momento?
Melchor arrugó la frente: no lo sabía.
Solo recordaba que, en aquellos días, Carolina le había dicho que había surgido una buena colaboración a la que quería echarle un vistazo; algo que en tres días podía resolverse se demoró más de diez.
Durante ese tiempo ella no estaba, y por eso él pudo dedicar una semana a acompañar a Lilia.
—Es algo de hace tanto tiempo..

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.