Capítulo 55

—¿Qué pasa? —¿Quién extorsionaría con setenta mil dólares a una universitaria que ni ha acabado la carrera? Era algo que no lograba entender, por eso me desconcertaba tanto. Pablo, en cambio, lo tenía claro: —Porque está seguro de que puedes reunir esa cantidad. Lo miré incrédula: —¿Y por qué iba a estar tan seguro? Yo no puedo conseguir ese dinero. —Pero él cree que buscarías la forma. Me reí con ironía: —¿Y qué se supone que haría? ¿Robar, asaltar? Para eso, mejor me aguanto el acoso en internet. —¿Y si yo fuera esa forma? —Preguntó, mirándome con una seguridad irritante. —Tú... —Iba a replicar, pero me quedé callada de golpe, entendiendo. —Antes, nadie me prestaba atención, así que se guardaban ese video para usarlo en el momento oportuno. Pero ahora, después de que me ayudaste, lo publicaron para extorsionarnos, ¿a los dos? Para cualquier persona normal, setenta mil dólares es una fortuna, pero para Pablo, no era nada. —Veo que no eres tan ingenua. —Comentó él justo cuando aparcaba