Capítulo 56
Después de darme fuerzas en silencio, me colgué la mochila y salí.
No esperaba encontrarme con Ramón justo frente a la residencia.
—Patricia. —Su aspecto era demacrado. Yo ya no confiaba en él, así que en cuanto dio un paso hacia mí, retrocedí de inmediato.
Con frialdad, dije: —Ni se te ocurra acercarte. Mantengamos la distancia para hablar.
No pensaba arriesgarme, si volvía a cortarse las venas, ni tirándome al río iba a poder quitarme la culpa de encima.
—¿Cómo puedes tratarme así? —Frunció el ceño.
No bajé la guardia ni un instante.
—Patricia, yo... —La presencia de varios compañeros alrededor lo hizo perder parte de su seguridad.
Me miró con un brillo suplicante: —Te amo de verdad. Volvamos a estar juntos.
Solté una risa fría: —Tu amor es tan superficial que ahoga.
Ramón se quedó mudo.
—¿Todavía se atreve a aparecer por aquí?
—Después de lo de las muñecas cortadas, dejó a Patricia bajo acoso en la red todo este tiempo, y ahora viene como si nada.
—Con el Grupo Fernández en plena cr

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.